SECCION MEDULAR COMPLETA
Es uno de los síndromes que se observan más comúnmente en las lesiones raquimedulares, suele ser generada por la sección horizontal completa a nivel medular que va a conllevar a la aparición de parálisis fláccida, anestesia completa evidenciada en los dermatomas sacros a través de tacto rectal, alteraciones vegetativas y abolición de los reflejos osteotendinosos (ROT) y cutáneos por debajo de la lesión
Al igual que ocurre en el trauma craneocefalico se presentan dos eventos que producen y aumentan la lesión medular, ellos son el daño primario que es el generado por las fuerzas que actúan al momento del trauma, y el daño secundario causado por una cascada de eventos bioquímicos que aumentan y perpetúan la lesión.
Cuando se instaura la lesión medular completa, se da un periodo inicial de choque medular caracterizado por la total desaparición de toda actividad motora refleja y visceral; característicamente esto puede durar desde días a semanas. Posterior a esto, aparece espasticidad muscular y reflejos de estiramiento muscular aumentados.
Según el nivel de la lesión, las secciones medulares completas se pueden dividir en dos, el primero de ellos es el síndrome del cono medular, el cual se presenta cuando la lesión se ubica a nivel de T12 o L1; en este punto habrá perdida simétrica de la sensibilidad y movilidad por debajo de la lesión. El daño de los reflejos de los segmentos lumbares y sacros genera disminución en el tono muscular y los reflejos aun cuando se sale de la fase de choque medular. En estos casos el pronostico es sombrío, con una alta mortalidad, y escasas posibilidades de recuperación en los supervivientes.
El segundo de estos es el síndrome de la cola de caballo, el cual se presenta cuando las lesiones ocurren por debajo de L1, por donde ya no existe medula como tal y solo se encuentran las raíces nerviosas entre liquido cefalorraquideo, esto conlleva a que el daño causado sea asimétrico, similar a lesiones múltiples de nervio periférico. En estos casos el pronostico es mejor ya que estas fibras nerviosas tienen una gran capacidad de recuperación.
Para realizar un diagnostico adecuado se toman elementos como el mecanismo de la lesión, la historia clínica, el examen físico y las imágenes diagnosticas dentro de las que se encuentran las radiografías simples, que `permiten valorar la mayoría de las lesiones vertebrales usando proyecciones anteroposterior y lateral. Los estudios de tomografia lineal sirven cuando no se cuenta con Tomografía Axial Computada o Resonancia Magnética. Se puede usar mielografia para ver el contorno medular buscando la existencia de un bloque de la columna de contraste que indica la ocupación del canal medular.
La Tomografia Axial computada es un buen método para la evaluación de cuerpos vertebrales y discos intervertebrales, de esta manera permitiéndonos ver el grado de compresión del canal medular. Por ultimo la Resonancia Magnética es el ideal cuando se quiere ver los cuerpos vertebrales, discos intervertebrales, canal medular y la médula espinal, ya que proporciona información que ningún otro estudio puede dar.
ATT: MR
Al igual que ocurre en el trauma craneocefalico se presentan dos eventos que producen y aumentan la lesión medular, ellos son el daño primario que es el generado por las fuerzas que actúan al momento del trauma, y el daño secundario causado por una cascada de eventos bioquímicos que aumentan y perpetúan la lesión.
Cuando se instaura la lesión medular completa, se da un periodo inicial de choque medular caracterizado por la total desaparición de toda actividad motora refleja y visceral; característicamente esto puede durar desde días a semanas. Posterior a esto, aparece espasticidad muscular y reflejos de estiramiento muscular aumentados.
Según el nivel de la lesión, las secciones medulares completas se pueden dividir en dos, el primero de ellos es el síndrome del cono medular, el cual se presenta cuando la lesión se ubica a nivel de T12 o L1; en este punto habrá perdida simétrica de la sensibilidad y movilidad por debajo de la lesión. El daño de los reflejos de los segmentos lumbares y sacros genera disminución en el tono muscular y los reflejos aun cuando se sale de la fase de choque medular. En estos casos el pronostico es sombrío, con una alta mortalidad, y escasas posibilidades de recuperación en los supervivientes.
El segundo de estos es el síndrome de la cola de caballo, el cual se presenta cuando las lesiones ocurren por debajo de L1, por donde ya no existe medula como tal y solo se encuentran las raíces nerviosas entre liquido cefalorraquideo, esto conlleva a que el daño causado sea asimétrico, similar a lesiones múltiples de nervio periférico. En estos casos el pronostico es mejor ya que estas fibras nerviosas tienen una gran capacidad de recuperación.
Para realizar un diagnostico adecuado se toman elementos como el mecanismo de la lesión, la historia clínica, el examen físico y las imágenes diagnosticas dentro de las que se encuentran las radiografías simples, que `permiten valorar la mayoría de las lesiones vertebrales usando proyecciones anteroposterior y lateral. Los estudios de tomografia lineal sirven cuando no se cuenta con Tomografía Axial Computada o Resonancia Magnética. Se puede usar mielografia para ver el contorno medular buscando la existencia de un bloque de la columna de contraste que indica la ocupación del canal medular.
La Tomografia Axial computada es un buen método para la evaluación de cuerpos vertebrales y discos intervertebrales, de esta manera permitiéndonos ver el grado de compresión del canal medular. Por ultimo la Resonancia Magnética es el ideal cuando se quiere ver los cuerpos vertebrales, discos intervertebrales, canal medular y la médula espinal, ya que proporciona información que ningún otro estudio puede dar.
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